Sos el visitante número

miércoles, 16 de febrero de 2011

Una casa enorme y carísima, con jardín y pileta, tres mucamas, dos meses en punta todos los veranos, viajes a Europa y Estados Unidos. Ropa nueva todos los meses, la mejor, la más cara. El ultimo celular, el último MP4. El ultimo televisor LCD, el más grande, uno en cada habitación.
Hockey en el mejor club, campeonatos internacionales, finales en Londres, en Oakland. Los mejores colegios, el mejor country de fin de semana, los amigos, las mejores familias. Una moto antes de los 16, el auto antes de los 18, el jet sky desde que aprendí a caminar.
Fiestas todos los Sábados, con el mejor catering, el DJ exclusivo, en el quincho para 200 personas. Los mejores chicos, los más lindos, los más top,.
Pero nada de todo eso me hizo feliz. Fui feliz por primera vez en mi vida el día en que el me dijo “te quiero”. Nunca nadie me quiso así. ¿Cuánto vale un amor así? Mi vida vale, vale mi vida. Yo te juro que si le llega a pasar algo, me muero.
Algunos se pasan la vida buscando la felicidad, cuando no la encuentra se desesperan o se resignan a ser infelices toda la vida. El problema es que la gente no entiende que la felicidad no existe en un lugar y hay que ir a buscarla, porque la felicidad siempre está… está en una charla, en un amigo, en una mirada, en una sonrisa. La felicidad es algo tan simple que a veces no nos damos cuenta que está, y ese es el problema, ese fue mi error.

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