Sos el visitante número

viernes, 1 de abril de 2011

Con esta pequeña ilusión que me queda, te escribo estas palabras que salen lentamente de las heridas que me he ocasionado en secreto, porque tú no tienes la culpa de que yo te quiera, no. Es mía por quererte como lo hago. Es culpa de este corazón y de esta mente débil que se dejaron influenciar por tus encantos, por esa pequeña agridulce felicidad que puedo llegar a sentir en ocasiones cuando corro lejos de esta prisión llena de espinas y clavos. Sabes? Me gusta tu mirada cuando de repente se junta con la mía. Me gustan muchas cosas, pero el simple hecho de que me gusten no significa que las vaya a tener. La posesión es un simple deseo idiota, egoísta, porque las cosas realmente no son mías.

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