Sos el visitante número

martes, 1 de marzo de 2011

De pronto me abrumó la realidad de mis palabras; ese momento era tan perfecto, tan auténtico. No dejaba lugar a dudas..Me rodeo con los brazos, me estrechó contra él y hasta la última de mis terminaciones nerviosas cobró vida propia.
"¡Para siempre!" , concluyó.

No hay comentarios: